La Subversión de Sendero Luminoso
Entenderemos por subversión “las actividades de grupos o colectivos que promuevan el derrocamiento o debilidad de un gobierno mediante actividades violentas o contrarias al Estado de Derecho”. Ciertamente definiciones de subversión hay muchas y es un concepto amplio y que ha evolucionado. Por ello se ha elegido la definición precedente, conjunción de varias.
Por lo común, cuando se habla de subversión se asocia con el terrorismo. Más allá de la exactitud o no de esta asociación de ideas (que asumiremos como parcialmente cierta) el terrorismo es solo una forma de subversión que el Estado Peruano sufrió con mayor intensidad desde 1980 hasta el año 1992, cuando un Grupo Especial de la Policía Nacional captura a Abimael Guzmán.
Sendero Luminoso era un grupo criminal, en principio, con ideología maoísta-marxista-leninista-Pensamiento Guía del Camarada Gonzalo (Abimael Guzmán) que tenía un Comité Central, comités departamentales, división de funciones y ejercía el terrorismo en base a dicha estructura. Podríamos decir, que salvo variantes, tenia semejanzas con otros grupos sudamericanos de la década del 70.
Podríamos decir que Sendero Luminoso era un grupo que tenía un enfoque militar-político, movilizaba recursos y definía, en su plan para acabar con el Estado Peruano, unas fases estratégicas bien definidas. Junto con el MRTA monopolizaban en el Perú de entonces el accionar subversivo con exclusión de otras fuerzas.
Gracias a la labor de las FFAA y especialmente de la PNP que capturó a Abimael Guzmán, originando la debacle de Sendero, al margen de errores estratégicos de Sendero Luminoso, como excluir al campesinado de su lucha o intentar el cerco de la ciudad de Lima, los que afortunadamente fueron aprovechados por el Estado Peruano.
Situación Actual
Sin embargo, es nefasto siempre cantar victoria antes de tiempo sosteniendo que se eliminó la subversión tal como hizo el Estado Peruano desde 1997 en adelante. Es propósito principal del artículo demostrar que la subversión ha evolucionado hacia nuevas formas y estilos. Como bien anota el Profesor David Spencer1 del Centro de Estudios Hemisféricos para la Defensa, existe una nueva oleada de Violencia Política, Insurgencia y Terrorismo en América Latina.
Continua el citado profesor indicando que factores como la debilidad democrática (el Estado vulnera todavía muchos derechos ciudadanos), la criminalidad, las causas indígenas y la exclusión, entre otros, persistentes en una gran parte de la población latinoamericana constituyen factores contribuyentes a la formación de una nueva oleada de radicalización en Latinoamérica.
Esta combinación de factores, algunos presentes en el Perú, originan una mutación en la forma de subversión. Si antes se hacía explotar un coche bomba en Lima, ahora se bloquea una Carretera Principal o se toma un Aeropuerto durante días sin que el Estado pueda hacer retornar el Estado de Derecho. Hechos como el Baguazo demuestran claramente que existe una nueva forma de Subversión que no está siendo tomada como tal pero que continua desarrollándose a veces con el aval del propio Estado.
¿Estimulo Estatal o Militar?
Tenemos así que hace unos meses el Ejército Peruano entregó armas a unas rondas campesinas2 en la Región Militar del Centro y ello se consideró un gran logro en la “sencilla” lógica del General o Comando de la zona sin tener en cuenta que dichas rondas pueden estar ligadas a organizaciones como Pukallacta o similar con efectos nocivos sobre la seguridad nacional3.
Durante el Baguazo (Junio 2009), dado el gran numero de nativos selváticos que tienen instrucción militar y forman parte del Ejercito (servicio militar voluntario o suboficialidad) se temió que los nativos no obedecieran ordenes y se trasladó tropa de la costa peruana para hacer frente a los desmanes. Y durante los últimos hechos de tomas de carreteras en Chala durante el paro de mineros INFORMALES (abril del 2010) se tuvo conocimiento de integrantes de Rondas Campesinas que intervenían en dicha protesta como estrategas.
Cuestión también importante es el comportamiento de algunos gobiernos regionales o autoridades municipales, casi siempre de signo Ollantista4, que en su conducta política conspiran contra el Estado de Derecho promoviendo organizaciones o colectivos que realizan actos violentos. Y se recurre a la figura del Frente de Defensa (organización no nacida del sufragio) para dar soporte político a protestas por la explotación de recursos naturales, anti mineras, ambientalistas u otro tipo de reivindicaciones sociales.
Conclusiones
Una nueva forma de subversión (no terrorista) se encuentra implementándose en el escenario político peruano con la anuencia de sectores estatales imbuidos y entusiastas de ideas de la década del 70 en conjunción con una nueva izquierda o nacionalismo que ha tomado los gobiernos regionales y municipales del interior del país.
Esta nueva subversión se manifiesta en la zona Andina y en ciertas zonas de Selva bajo las ideas de organizaciones sociales como Frentes de Defensa contando con la colaboración del Estado Peruano (Gobiernos Regionales).
La creación de los gobiernos regionales introdujo una nueva instancia de poder político, burocrático y ahora económico (mediante transferencias del gobierno central) que en manos de elementos de la nueva subversión pueden originar debilitamiento estatal. Estamos advertidos. La impecable presentación económica del Estado Peruano desde 1992 al presente puede frustrarse irremediablemente.
1 Prospective of Homeland Security and Defense Course (PHSD) de Marzo 2010, CHDS, Washington DC, EEUU.
2 Articulo “Juguemos a la Ronda” de Dardo Lopez-Dolz Madueño, ex viceministro del Interior en
3 Existe al interior del Ejército Peruano una absoluta influencia del pensamiento Velasquista, dictador durante los años 1968-1975. Los Generales de hoy son los cadetes de Velasco y se siguen formando actualmente promociones en dicha línea de izquierda considerándose agentes del cambio social o “de su movilidad social” en muchos casos (corrupción). Y existe además una extrapolación indebida de la situación de los 90s con la del 2010 en el combate a la Subversión. Son tendencias anacrónicas que se deben desterrar.
4 Ollanta Humala, líder del Partido Nacionalista del Perú, cuenta con el apoyo “disimulado” del Ejército Peruano en todos los niveles.